Nacida (1952) en Rebola, isla de Bioko, Guinea Ecuatorial, se trasladó a vivir a Barcelona a los 16 años. Es diplomada en Educación Infantil y se especializó en género y desarrollo en la Universidad de Barcelona
Experiencia laboral:
En el área de educación infantil, fue propietaria y directora de guarderías infantiles
Durante 15 años trabajó en la Fundación CIDOB, en el Departamento de África, siendo responsable de los Cursos Especializados en Relaciones Internacionales
Hasta su jubilación, trabajó como funcionaria interina de la Conselleria de Justicia de la Generalitat de Catalunya
Creó la editorial Mey en el año 1995, especializada en textos africanos. También ha escrito diferentes ensayos y realizado diversas colaboraciones, sobre la temática de mujeres africanas y migrantes
Es conferenciante, tertuliana, ponente y organizadora de diversos cursos, seminarios y jornadas, tanto en el ámbito estatal como internacional
Cofundadora de las asociaciones de mujeres africanas E’Waiso Ipola y Yemanjá y con una larga experiencia y participación en el asociativismo
Entre algunas de sus publicaciones destacan:
Inmigración y género. El caso de Guinea Ecuatorial, (2004); El secreto del bosque: un cuento africano, (2007); Voces femeninas de Guinea Ecuatorial. Una antología, (2015); Mujeres africanas: Más allá del tópico de la jovialidad (2018).
Acerca del feminismo:
“Yo no tengo ninguna lucha. Si dijera que tengo una lucha sería porque no creo en mi feminismo. Yo hablo con las feministas de aquí, discutimos y yo pongo sobre la mesa lo que yo creo que es mi feminismo desde mis orígenes. El feminismo no lo inventó la mujer del norte, ya existía en África. Yo en mi libro recojo teorías feministas en un apartado al que llamo ‘Feminismo negro’ de mujeres feministas que algunas viven y otras no viven. Yo no lucho, yo pongo sobre la mesa lo que nosotras entendemos como feminismo y de dónde parte nuestro feminismo, en nuestra casa, con nuestras abuelas, etc. Pero que yo no luche no significa que no haya quién luche y diga «¿Acaso no soy una mujer?», como dijo la gran feminista afroamericana Sojourner Truth, entonces lo respeto, pero yo ni lucho ni impongo, debato”
Sobre qué hacer ante las situaciones de pobreza, exclusión y racismo a los que se enfrentan la gente joven que emigra a Europa, reflexiona:
“Lo que se tiene que hacer es crear en la sociedad civil conciencia de solidaridad. Conciencia de que hay unos privilegios y los privilegios traen unas responsabilidades. Si tú tienes el privilegio de haber nacido en un sitio donde todo es no diré fácil, pero sí más asequible, tú tienes la responsabilidad de repartir parte de este privilegio. Los privilegios conllevan responsabilidades. Yo creo que hace falta mucha pedagogía en el norte para que se mueva de su confort. Yo no digo que lo dejen, pero que se muevan un poco y repartan su confort”.
Lo que inspira su narrativa:
“Mis historias son de dos vertientes, hago ensayos sobre la situación de las mujeres en los que pongo el acento en ellas, ya sean mujeres migrantes o mujeres que viven en África, me inspiro en ellas y hago reivindicación, y luego están los cuentos, recupero cuentos de mi Guinea natal, concretamente del pueblo bubi”
Sobre la interculturalidad:
“La palabra misma, interculturalidad, es una palabra malsonante, yo aún no la sé traducir. No creo que sea una trampa, creo que son realidades que tenemos que trabajar aún, no las hemos trabajado. Al no reconocer nuestras culturas, vivimos pero no intervivimos, por lo tanto hay varias culturas pero no hay una interculturalidad, que sería la mezcla en positivo de cada cultura para ponerlas en valor en una comunidad donde estemos todos y todas”
“De un tiempo a esta parte, parece ser que la humanidad ha obviado los valores que nos identifican como humanos –la solidaridad, la empatía y la colaboración–, sustituyéndolos por el egoísmo excluyente y nocivo que implica dar más importancia al tener y el poseer a costa de la marginación de amplias capas de la sociedad y sus consecuencias: incremento de las desigualdades, pobreza y violencias. De todos y todas nosotras depende poder dar un giro, social, económico y ecológico, ya que la supervivencia como especie depende de nuestra capacidad para cambiar estas situaciones de injusticia”